martes, 28 de septiembre de 2010

De la Libertad… Reflexiones sobre el Pensamiento Libertario

En medio de un proceso de auto experimentación, que no fue otra cosa que un proceso de perfeccionamiento, descubrí que la libertad es ese tallar de la piedra para convertirla en algo útil y para construir las más firmes edificaciones sobre las cuales se asentará el devenir de la humanidad.

De la libertad se puede decir que es un proceso que está en constante construcción y que depende mucho de tener un conocimiento que permita entenderla y aplicarla, es decir que establezca bases sólidas para posibilitar su praxis.

Se nos enseña en las escuelas que la libertad es una capacidad dada al ser humano para elegir entre el bien y el mal, y que el bien tiene relación a hacer cosas que beneficien tanto a uno mismo, como a los demás, pero se ha prostituido el sentido de esta palabra haciendo pensar que con esa capacidad de libertad, al poder uno influenciar sobre lo que se quiere, se puede transgredir al derecho de otros, es decir, si yo soy libre, mi vecino o hermano tiene derecho a la misma libertad a la cual reclamo, y esta transgresión a la libertad ajena es la que se transformará en violencia, y sin importar el tipo de violencia, la imposición de mi libertad por sobre la libertad de otro se conoce como “ejercicio de poder”, pero cuántas personas son conscientes de aquello? Y es este el punto de inicio del libertinaje, o algo similar a sobrepasar las fronteras de la libertad; pero donde empieza la libertad?

Para realizar el presente análisis, es necesario remitírse a varias fuentes, entre ellas el pensamiento de los libertadores, encontrando en el viaje por entender la libertad a personajes como Simón Bolívar, José de San Martín, Bernardo O’Higgins, Miguel “el cura” Hidalgo, Benito Juárez, y Maximiliano I de México, a fin de encontrar puntos en común acerca de la libertad, no solo entendida como la libertad política, sino también como aquella libertad, “verdadera”, de la que hablan los Manuales del Apr:. F:.M:. encontrando las siguientes expresiones que llamaron mi atención:



Según las expectativas de Bolívar, se “quiere ciudadanos verídicos, leales, desinteresados, valientes, patriotas, capaces de sacrificio”, por lo que fue considerado un peligroso legislador sobre los sentimientos, sobre la conciencia y aún sobre la vida íntima, pero aquello que los escritores señalan como peligrosa legislación, no es otra cosa más que la verdadera libertad, o el inicio de la libertad, pues él creía que “no puede haber libertad donde haya ignorancia", escribiendo: "la esclavitud es hija de las tinieblas ; un pueblo ignorante es el instrumento ciego de su propia destrucción", y pensando: "Un hombre sin estudios es un ser incompleto; moral y luces son los polos de una República, moral y luces son nuestras primeras necesidades", claro que esta República, no sería otra cosa que la reunión y el establecimiento de relaciones de fraternidad entre hermanos que comparten un mismo suelo.

José de San Martín en cambio manifestó, "la experiencia de 10 años de revolución en Venezuela, Nueva Granada, Chile y las Provincias Unidas del Río de la Plata, me ha hecho conocer los males que ha ocasionado la convocación intempestiva de Congresos, cuando aún subsistían enemigos en aquellos países. Primero es asegurar la independencia, después se pensará en establecer la libertad sólidamente", entendiéndose la independencia, el desarraigo de aquellos males para el establecimiento pleno de la libertad. En que coincidían todos aquellos? En la importancia de la educación…. Hasta aquí el pensamiento, sin entrar en otros análisis histórico-políticos.

Pues entonces, la libertad tiene una fuerte base conceptual educacional, con un inicio en sí mismo, donde el conocimiento es un fuerte freno de las pasiones, de las ilusiones y del error, termina donde empieza la libertad de otro, y facilita el alcance del bien común, y lo que es más es un proceso que se autoconstruye día tras día.